El móvil está revolucionando el año escolar en el extranjero

Como padres y madres tenemos que saber gestionar los inconvenientes y aprovechar las ventajas del móvil que nuestro hijo llevará consigo al extranjero…

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Estudiar fuera ha cambiado. Además de la maleta, nuestros hijos llevan el móvil lo cual tiene ventajas e inconvenientes importantes.

Hace un par de décadas, todavía despedimos a nuestros hijos en el aeropuerto para después, volver a casa y esperar noticias de vez en cuando. Llamar costaba caro y contamos los minutos durante una llamada al extranjero. Pero ahora estamos en la edad de Internet, de las redes sociales y de los smartphones y otros dispositivos. Ahora, en realidad, ¡no nos despedimos nunca de nuestros hijos!

El cambio radical del año escolar en el extranjero

Ahora nuestros hijos nos llevan al extranjero en sus bolsillos, en dispositivos capaces de emitir noticias en tiempo real, las 24 horas al día (con imágenes, audio y hasta vídeos incluidos) y esto, amigos míos, ha cambiado las reglas del juego.

Los nuevos retos del año escolar en el extranjero

Si quieres ejercer bien tu papel de padre o madre desde lejos, es imprescindible que comprendas bien el reto que te espera hoy en día a la hora de enviar a tu hijo a estudiar en otro país - independientemente de que sea un año escolar en Estados Unidos, un curso en Francia o un año académico en Alemania. Si el niño lleva el móvil encima, irás tu también, y quiero prepararte para ello.

Si tu hijo lleva el móvil, estás tu también apuntado al año escolar - por bien y por mal. Lo importante es saber gestionar la comunicación y sobre todo: cómo interpretar las diversas noticias que te van a llegar desde Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Reino Unido, Irlanda o cualquier otro destino.

Entonces, ¡Rápido! ¿Cuál es tu plan?

A.    Dejar ir a tu hijo para que aprenda a solucionar sus propios problemas.

B.    Dejar ir a tu hijo, pero vigilando desde lejos, por si acaso…

C.    Dejar ir a tu hijo, pero inmiscuyendo en su vida cotidiana a diario.

¿A qué has elegido o la A o la B (o las dos cosas)? 

Seguro que no te puedas imaginar haciendo la C, inmiscuyendo en la vida cotidiana de tu hijo allí, solucionando todos sus problemas desde lejos, pidiendo que te haga vídeos del interior de la casa allí para comprobar lo que te está diciendo sobre la higiene de la ducha o los contenidos de la nevera. Y jamás pedirías a tu hijo a llamarte la próxima vez que su madre anfitriona gritara, para que pudieras escuchar por ti mismo – solo para decidir si era o no para tanto. Por supuesto que no. Y jamás se te ocurriría wasapear cada mañana con tu hijo para ver su cara, saludarle, y… quizás darle la previsión del tiempo y decirle si hoy debería o no ponerse un jersey.

Internet te puede poner entre la espada y la pared

Tú no. No te caerías en estas trampas de inmiscuirte en la vida de tu hijo allí. Jamás. Y me gustaría creerte, pero Internet nos ha puesto a todos en un enorme aprieto. Es muy posible que en algún momento (o más que uno) durante el curso recibas mensajes desde el extranjero como alguno de estos ejemplos:

-       ¡Mamá! Estoy suspendiendo mates.

-       ¡Papá! Fulanito me está haciendo la vida imposible aquí…

-       ¡Socorro! ¡En esta casa no hay verduras, ni en pintura!

-       ¡Injusticia! Soy como una monja de claustro… Es que no me dejan salir apenas.

-       Quiero volver. Estoy triste. No tengo amigos. Nadie me hace caso…

¿De verdad que no le vas a contestar? ¿En serio? No te creo. Difícilmente una madre o un padre puede escuchar a su hijo en un momento difícil y decir: búscate la vida hijo, para eso te he enviado tan lejos. Así no funciona y lo he comprobado cientos de veces, escuchando a madres y padres de todo tipo desde los más indulgentes hasta los más duros, que creen firmemente en el valor de la adversidad para fortalecer a sus hijos. Y yo soy una de estos últimos - y como tantos otros, soy incapaz de dejar a mis hijas sin mi apoyo cuando me lo piden. Así que, lo siento, pero, por muy buenas intenciones que tengas al optar por la A y la B, rechazando la opción C, no te creo.

Y tampoco te juzgo porque yo también soy madre y te comprendo. Y no es nuestra culpa. Los tiempos han cambiado, haciendo al planeta más pequeño que nunca, haciendo imposible que nuestros hijos salgan con sus mochilas para comerse el mundo... sin nosotros, mamá y papá (y los abuelos y los tíos y ¿cómo no? toda la pandilla de amigos).

Información práctica para madres y padres

Entonces, lejos de regañarte, quiero ayudarte. En este blog, te proporcionaré información práctica para:

  • comprender mejor el funcionamiento de los programas de año escolar.

  • interpretar las noticias que recibes de tu hijo desde el extranjero.

  • capacitar a tu hijo para solucionar sus problemas. 

  • fomentar la responsabilidad y la madurez.

  • acompañar mejor a tu hijo.

  • saber cuándo intervenir.

  • estar más tranquilo.

  • aprovechar más.

  • dormir mejor.

  • disfrutar.

El curso que estás regalando a tu hijo es un verdadero tesoro. Gracias a Internet, este tesoro se puede compartir como nunca - y puedes jugar un papel importante también, apoyando a tu hijo en su crecimiento personal, e incluso velando por su seguridad según la situación. La clave está en saber empeñar bien tu papel para gestionar las desventajas y exprimir todas las grandes ventajas.

Y ahora te toca a ti: ¿cuáles son tus dudas sobre los programas de año escolar en el extranjero? ¿tienes alguna experiencia previa para compartir?

Me encantaría conocer tu experiencia y tu punto de vista.

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El arte de no amargarse la vida durante un año escolar